dimecres, 13 d’agost del 2008

Catalunya, el idioma y la consecución de las libertades nacionales

Cierto que hemos de potenciar el catalán y rescatarlo del secuestro permanente al que lo tiene sometido el castellano y los oligarcas castellanos.
Cierto que el idioma catalán es una de las prioridades de Catalunya, y nadie puede negar que desde la instauración de la “democracia” (entre comillas) se ha ido haciendo. Nunca la literatura catalana se ha expandido tanto. Nunca el catalán se ha hablado más que ahora y por tanto, algo se ha conseguido. No se pueden negar las evidencias.
Convengo en que se ha de hacer mucho más de lo que se ha hecho, evidentemente. Hemos de desenmascarar a los medios de comunicación nacional-españolistas que atacan continuamente a la lengua catalana, que son muchos, algunos de ellos camuflados bajo la capa de Catalunya. Coincidentemente, son los que más se venden por aquí y por allá… Esos medios tienen dueños, que se ‘dicen’ también catalanes, no de primera generación como yo, sino de muchas generaciones. Alguno hasta ostenta un título nobiliario de rango y nobleza. No cal decirles cual, puesto que ya existe una lista exhaustiva de botiflers nobles y plebeyos desde hace siglos.

Cierto que, después de 47 años en Catalunya (desde 1961), tendría que estar escribiendo este artículo en catalán. Sé hacerlo (con algunas faltas, como muchos de ustedes) y lo hago muy a menudo. Con las nuevas herramientas digitales y correctores de todo tipo que hay a nuestra disposición en el mercado, quién no lo haga es porque no quiere.
Yo sí quiero y lo pongo en practica cada día del año. Analicen este mi blog personal y podrán constatarlo.

Casi sin quererlo me he convertido en una persona, digamos ‘conocida’ en ciertos círculos, y perdonen la inmodestia. He escrito muchos artículos en diarios de tirada nacional. Me han llamado de la televisión y la radio muchísimas veces. He dado centenares de conferencias por toda Catalunya y el Estado Español. He escrito una decena de libros y miles de artículos y noticias en la revista Nas de Barraca de Sant Boi, de la que soy director desde el año 1987. Todo ello, o casi, con un fin premeditado: defender a Catalunya.

Y ahora viene la pregunta del millón: ¿Por qué Morón escribe sus artículos, da sus conferencias y diserta en prensa, radio y televisión en castellano?
Quien lo sepa (que son muchos), que no siga leyendo. Quien tenga dudas (que son pocos), que siga.

Pues miren ustedes, hay varios e importantes motivos con sus correspondientes y pragmáticos interrogantes:

1.- ¿Es algo malo defender a Catalunya en otro idioma que no sea el catalán?

2.- ¿Sólo está permitido ponerse de la parte catalana a los ‘saca-rel’ de habla catalana?

3.- En términos netamente políticos; ¿hemos de desechar la ayuda de toda la inmigración castellanoparlante (y de otros múltiples idiomas) para la consecución de las libertades de la nación catalana? Y si es así ¿En base a qué?

4.- ¿Podría el pueblo catalán llegar a la independencia pasando olímpicamente de más de la mitad de su población?

5.- Si ya tenemos en contra al resto del Estado Español ¿estamos en condiciones de despreciar la ayuda de aquellos, que aún hablando otro idioma, se sienten catalanes?

6.- En las actuales circunstancias de Catalunya ¿es malo que alguien se dirija a sus conciudadanos en su idioma natal a los efectos citados, y más teniendo en cuenta que muchos se niegan o no les gusta leer el Avui o El Punt, ven solo las cadenas de TV de habla castellana y escuchan la COPE, la cadena Ser, Tele-Taxi y los 40 principales?

Considerando los anteriores apartados, ha de tenerse en cuenta que a ese tipo de ciudadanos a los que me refiero, muchos paisanos míos, a veces es conveniente decirles ciertas cosas en su propio lenguaje: castellano, llano y directo. Eso es lo que intento hacer hace muchos años. También lanzo el mensaje a algunos personajes y partidos políticos de aquí y también de ‘allá’.
Claro que, me he encontrado con muchos aplausos, algunos desprecios y caras agrias. Incluso algún personaje famoso y con poder político y cultural me ha llegado a decir: “Mire usted, Señor Morón, la gente de mi entidad no entiende que usted quiera defender a Catalunya si no lo hace en catalán”. La entidad es muy importante y desde el principio hubo movimientos (muy amables, eso sí) de rechazo a la asociación que presido: Catalònia Acord. No eran precisamente del PPC.
Pues bien, Catalònia Acord ha seguido funcionando (desde el año 2001) gracias a otros catalanes que sí han creído en los seis supuestos anteriores que he numerado. No sólo han creído, también han aplicado en sus programas electorales algunas de nuestras propuestas sin que nadie se haya percatado supuestamente de la maniobra.

Creo sinceramente que ha llegado el momento de considerar algunas ‘coletillas’ puristas de algunos radicales utópicos, que impiden el acercamiento a la realidad de Catalunya a aquellos que, hace tiempo, tienen la oreja alerta a lo que se cuece aquí. Démosles paso, no los rechacemos por su idioma. Sin deseos de magnificar el tema, entiendo que va en ello la supervivencia misma de esta nación.

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