dimecres, 25 de juny del 2008

Confesiones algo personales

Este último año no ha sido demasiado alegre para mí en lo referente a la salud. La cosa no es grave pero sí molesta. Como consecuencia de estas ‘anomalías’ corporales he pasado dos veces por el quirófano y por primera vez. No voy a decir ahora aquella ñoñería de que “después de pasar por ciertos tragos uno cambia de opinión con respecto a la vida, las personas y las interrelaciones”. Verdad y no tan verdad.
Eso sí; durante estos doce últimos y largos meses, he viajado mucho y he leído aún más. Parecer ser que me había quedado un poco descargado y he estado poniéndome las pilas. Aunque parezca mentira, me he tragado más de 80 libros (o más, no los he contado) de todo tipo. Siempre me ha gustado leer y no es nada raro que me den las tres de la madrugada con la luz encendida y un libro entre las manos. A los que nos gusta leer (que no somos demasiados) parece que tengamos un mecanismo interno que nos incita a abrir cualquier cosa escrita que cae en nuestras manos. Buscamos siempre algo distinto, deseamos descubrir algo más de lo que sabemos. Escudriñamos “respuestas”, sondeamos en los libros intentando descubrir lo que anhelamos, lo más nuevo, el ‘dato’ necesario para seguir viviendo.
Creo que es la primera vez en mi vida que hago este tipo de confesiones personales. Lo hago porque pienso que transmitiendo mis experiencias, alguien se beneficiará de ellas de una forma o de otra. Por otra parte quien no lee no creo que tampoco sea capaz de escribir. Hay algunos que escriben poesía, compendios políticos y críticas desproporcionadas que no llegan ni a mierda seca ¿por qué? Porque se han dedicado a los libros de texto, a aprender como monos y a seguir unas consignas politiqueras, la mayoría de las veces equivocadas. Eso sí, con licenciatura en la pared del comedor de su casa.

Pues bien; todos sabéis que existe el bien y el mal, incluso al margen totalmente de las religiones, y que el mal impera más que el bien (¡vaya descubrimiento!). Este hecho incuestionable unos lo descubren a los veinte años y otros más tarde. Yo soy de los tardíos. Pero os aseguro, como que me llamo Pedro, que cuando descubro una cosa aprendo a la perfección cómo contrarrestarla. ¿De dónde provienen el bien y el mal? De las personas.
Conclusión; a las malas personas hay que eliminarlas de tu vida, en el buen entendido de la frase. Y así he actuado en el último año. Parece el comienzo de un cuento para niños ¿verdad? pues si lo es, que lo sea.

Es muy poco el tiempo que ha pasado desde que llegué a esta infantil conclusión, pero no podéis imaginaros lo tranquilo que me he quedado y lo sosegado que me encontraré de aquí en adelante. Siendo agnóstico –que no cristiano- pienso que las bienaventuranzas del nuevo testamento son las reglas consoladoras de los pobres de espíritu. Pienso que -tras tu existencia- hay una legión de lobos esteparios analizando tu trayectoria, tus triunfos y tus fracasos. Lobos que atacan a la yugular a las primeras de cambio, triunfes o fracases. Este hecho se acentúa mucho más en el mundo de la política.

Por tanto –y parafraseando a Pablo Neruda- confieso que he vivido y sigo viviendo, rodeado de reptiles, lobos, gatos zarrapastrosos y también buenas personas. Con estas últimas me he hecho un vestido en los últimos doce meses, y mira por donde, se me han quitado casi todos los males del cuerpo y de parte de la mente.
Y advierto a la concurrencia: Si te acercas a mí para hacerme mal: olvídate, te descubriré en cuatro segundos. Si te acercas a mí con la mirada limpia: también sabré a qué vienes y te abriré las puertas de mi casa y de mi mundo.
Todos sabéis quién es gato, lobo o paloma de la paz. Por tanto, la próxima vez que me miréis a los ojos pensad que ya sé quién es cada cual desde hace poco más de un año.

Esa es la confesión personal que he querido transmitiros, y perdonadme por el egoísmo mal escondido de este post improvisado, pero –por el contrario- largamente reflexionado y que he comenzado a poner en práctica con notable éxito.

dimecres, 18 de juny del 2008

Ahora es la hora... (I)


Ahora es la hora de que los que pueden hacerlo, y tienen medios para ello, denuncien en el primer juzgado de guardia que se encuentren, al nuevo santón (antes era miembro de la izquierda más atea) de Federico Jiménez Losantos, cada vez que mienta bellacamente contra Catalunya, como acostumbra. Supongo que la justicia aplicará más mano dura habida cuenta de que ya será reincidente, después de la denuncia que le ha plantado el alcalde de Madrid y por la que tendrá, que pagar 36.000 euros (eso si no tiene éxito el recurso que presentará y que pagará –seguramente- la iglesia Apostólica de Roucco Varela), una bagatela para él, pero si se le van juntando las causas, a lo mejor se lo piensa dos veces antes de morder cual perro peligroso y sin bozal... Ahora sólo falta que alguien se atreva a denunciar al tribunal que corresponda a la propia Cadena COPE, es decir: a la Conferencia Episcopal Española (al Clero) por su intento continuado y subversivo de intentar dividir al Estado Español más de lo que está, por unos claros intereses partidistas que van unidos, inseparablemente, con los de la derecha más recalcitrante y añeja. Esperemos que dentro de otra generación (cuando ya no estén los que están), los capitostes de la Iglesia Católica Apostólica y Romana cambien de rumbo, aunque sea mucho esperar después de más de 2000 años…
Ahora es la hora de que la Plataforma pel Dret de Decidir –PDD- deje las rencillas de ‘andar por casa’ –imitando a ciertos partidos políticos más bien ‘suicidas’- y siga con la línea iniciada, la primaria. Todos sabemos de sobras quien pone los ‘palos en las ruedas’. No seamos ilusos haciéndoles el juego a los esquiroles que se nos han metido dentro de la Plataforma hace cuatro días. Muchos catalanes estamos a la expectativa de cómo van las reuniones. Lástima que no asistamos cuando se nos reclama. Es más fácil ver los toros desde la barrera, como siempre. De esta manera, Catalunya avanzará a paso de caracol.
Ahora es hora de que los partidos nacionalistas, soberanistas, independentistas o catalanistas, laven sus trapos sucios en casa y dejen de pelearse entre ellos. Las luchas intestinas entre homólogos no llevan a ninguna parte y dan carnaza extra a los que gobiernan gran parte de Catalunya en conjunción con Madrid. Así de sencillo.
Ahora es hora de que se vaya haciendo una lista de los enemigos declarados de Catalunya. Si se hace, ha de ponerse en lugar de honor al flamante ministro de Cultura de las Españas, César Antonio Molina, quien, según parece ser, se declara de entrada enemigo de las ideas culturales de todas las autonomías y por lo tanto da prioridad a la cultura que inició con el Instituto Miguel de Cervantes. Según un diario de tirada nacional, el citado C. Antonio Molina, cantó más en una sesión de trabajo que su homólogo coplero: "César Antonio Molina se mostró más que enérgico en su respuesta única a todos los grupos parlamentarios. A Oramas le aseguró que él ya se había reunido con la consejera de Cultura canaria y que ya le había explicado todo a ella. Al diputado de ERC Joan Tardà, que había calificado al ministro de "peligro para el Estado de las autonomías", Molina le dijo que cualquier cosa que le viniera de él era "un halago". "No comparto nada de lo que usted dice y lo que usted piensa", espetó Molina a Tardà, que se había centrado en el "afán intervencionista" de Cultura en las autonomías.
También hubo bronca con el representante del Partido Nacionalista Vasco, Aitor Esteban, y con la diputada de Convergència i Unió Montserrat Surroca i Comas, nueva en esta legislatura, quien mostró su absoluta sorpresa por lo que se vivió en la sala. "Había oído hablar del diálogo en esta comisión", explicó asombrada Surroca, que había tratado en su primera intervención del deseo histórico de su grupo de la supresión del Ministerio de Cultura, así como de la petición de que el Gobierno central se implicara de manera más decidida en los presupuestos de teatros o centros catalanes. Molina le sugirió que viniera al Congreso más preparada porque, aseguró, el ministerio colabora con todas las instituciones catalanas. "El presupuesto de Cultura", dijo Molina, "es mayor en muchos apartados que el de la Generalitat".
Con Aitor Esteban el rifirrafe se centró, principalmente, en torno a las inversiones del 1% cultural -"es necesario que las comunidades al menos orienten el destino de este 1%", dijo Esteban- y a las inspecciones del Tribunal de Cuentas en instituciones autonómicas o estatales. "Para las buenas ideas hay dinero, para las malas, no", le contestó Molina, que se calificó a sí mismo de ministro con buenas ideas y que recordó que, como director del Instituto Cervantes, había abierto 25 centros. "Si se abren las hostilidades las abriremos y usaremos todos los mecanismos parlamentarios", le contestó Esteban."
(El Pais 18/06/2008).

Es decir, otro más para la larga lista de los defensores de la España Grande, Libre y victoriosa: Ibarra, Bono, Guerra, Felipe, Zapatero, Montilla, Iceta, Chaves, etcétera, etcétera…
Ahora es hora de que se comience a hablar y escribir un poco más claro y conciso sobre el tema de la inmigración. Con el modernismo y la progresía imperante, da miedo hablar de según qué cosas, situarlas y catalogarlas con nombre propio. La hipocresía impide a los profesionales de todos los medios de comunicación explicar todo cuanto acontece, no sea que se sepa la verdad y, automáticamente, te coloquen en la lista de los xenófobos racistas recalcitrantes.


(Publicat a Catalònia Acord mes de juny)


Amnistia Internacional

Una entrevista sobre la Feria de Abril de Barcelona